albert gozlan

Kabbalah practica Vs kabbalah tecnica

¿Manipulación o Sabiduría? La Kabbalah Auténtica frente al Enfoque de Albert Gozlan

Introducción: ¿Qué está pasando con la Kabbalah?

En los últimos años, ha crecido notablemente el interés por la Kabbalah, una sabiduría ancestral que originalmente estaba reservada a los estudiantes avanzados de la espiritualidad. Sin embargo, no todo lo que hoy se presenta como “Kabbalah” conserva su propósito profundo.
Un ejemplo claro es el enfoque de Albert Gozlan, cuyas enseñanzas han ganado popularidad, pero que —desde la mirada de quienes hemos bebido de la fuente original— presentan una visión distorsionada, tecnificada e incluso manipuladora de esta ciencia del alma.

Este artículo no busca atacar a una persona, sino contrastar dos enfoques: uno centrado en la transformación interior, y otro que convierte lo sagrado en fórmula de poder.

1. ¿Qué es la Kabbalah auténtica?

La Kabbalah verdadera es el mapa espiritual del alma humana. Nos enseña cómo volver a nuestra Fuente, cómo corregir las fracturas interiores y cómo elevar nuestra conciencia por medio de la sabiduría divina.
Autores como el Arizal, Rabí Shimon bar Yojai y el Ramjal dejaron claro que la Kabbalah no es un método para controlar energías, sino un camino de humildad, integración y retorno a la Unidad.

2. El enfoque de Albert Gozlan: ¿técnica o transformación?

Albert Gozlan ha promovido una forma de Kabbalah centrada en el uso de combinaciones de letras hebreas para activar «canales de luz» o manipular supuestas fuerzas superiores. Aunque utiliza un lenguaje que parece místico y profundo, la estructura de su enseñanza tiene rasgos preocupantes:

  • Presenta las letras hebreas como herramientas técnicas que, si se repiten correctamente, permiten alcanzar estados superiores, sin necesidad de trabajo interior auténtico.

  • Se enfoca en activar poderes, frecuencias o energías, más que en corregir el alma o trascender el ego.

  • Ofrece una visión casi mecánica del universo espiritual, donde ciertas fórmulas pueden “abrir puertas”, lo cual puede llevar a una espiritualidad centrada en el control y no en la transformación.

Este modelo, aunque atractivo para muchos, se aleja radicalmente de la esencia de la Kabbalah como ciencia del alma.

3. Las letras hebreas: símbolos de luz, no llaves de poder

En la Kabbalah auténtica, cada letra hebrea es una expresión del aliento divino. Su forma, sonido y valor numérico encierran secretos que pueden ayudarnos a comprender nuestra estructura espiritual.
Pero nunca fueron pensadas como fórmulas mágicas o combinaciones para controlar la realidad. El uso ritualista o mecánico de las letras —como se ve en algunas enseñanzas de Gozlan— es una desviación del verdadero propósito espiritual.

4. ¿Por qué atrae tanto este tipo de enseñanza?

La razón es clara: la gente busca respuestas, poder, soluciones rápidas a sus vacíos internos. Un enfoque que promete conexión con la “luz” sin hablar del ego, sin hablar del dolor, sin invitar al desierto interior, es naturalmente seductor. Pero no es transformador.

Jesús, Moisés, los profetas y los verdaderos sabios no enseñaron fórmulas: enseñaron procesos del alma.

5. La diferencia está en la intención y en el fruto

El discernimiento se encuentra en la pregunta:
¿Esto me está ayudando a transformar mi alma, o solo me da una sensación de poder espiritual?

  • Si la Kabbalah te lleva a la humildad, al amor, al servicio, a la expansión de la conciencia, estás en el camino correcto.

  • Si te lleva a repetir combinaciones buscando resultados, sin cambiar tu interior, estás frente a una ilusión espiritual.

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6. El uso de letras hebreas como “activación energética”: ¿Meditación o hechicería disfrazada?

Uno de los mayores peligros de la llamada “Kabbalah técnica” es el uso ritualizado de combinaciones de letras hebreas con la promesa de “activar la Luz”, “abrir portales” o “conectarse con mundos superiores”. Esto, aunque se presente como meditación, en muchos casos es una forma sutil de hechicería espiritual.

Las letras hebreas son sagradas. Representan canales de energía divina, pero no fueron entregadas para ser manipuladas como llaves mágicas por quien no ha trabajado su alma.
Cuando se usan con el único fin de obtener resultados —protección, salud, éxito, luz, poder espiritual— sin purificación interior, lo que se activa no es la luz del Creador, sino el ego.

Jesús ya lo advirtió:

“Muchos me dirán: ‘Señor, en tu nombre hicimos milagros’… y yo les diré: ‘Nunca os conocí’”
(Mateo 7:22–23)

Esto aplica perfectamente a quienes usan lo sagrado para aparentar conexión, sin haber despertado el alma.

Desde una visión mística, esto no es Kabbalah:

Es hechicería disfrazada de espiritualidad.
Y su fruto no es la transformación, sino la ilusión de control.

El Zóhar enseña que el Nombre de Dios no puede habitar en vasijas impuras, y el Arizal advirtió sobre el peligro de pronunciar nombres sagrados sin intención pura ni conciencia elevada.

Conclusión: Nombrar no es atacar, es despertar

Nombrar a quienes promueven una versión superficial o desviada de la Kabbalah no es un acto de odio, sino de amor por la verdad.
Albert Gozlan puede tener buena intención, pero su enfoque representa un alejamiento grave del propósito original de esta sabiduría. Y es necesario advertirlo, porque hay muchas almas que buscan sinceramente, y merecen encontrar la Luz real, no su reflejo manipulable.

Busca una Kabbalah que no alimente el ego espiritual, sino que transforme tu ser desde dentro.
Una Kabbalah que no prometa control, sino conciencia.
Una Kabbalah que no te haga sentir especial, sino unido a todo.

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